EL
CARRO DE GUERRA
EN
LA BATALLA MAS GRANDE DE LA ANTIGÜEDAD
En este periodo se desarrolla la
primera revolución industrial de la historia, trayendo consigo un cambio
radical en las condiciones de vida, pasando del nomadismo al sedentarismo, de
la caza y recolección de alimentos a la domesticación de animales y al cultivo
de las plantas.
Se desencadena el nacimiento de los
primeros núcleos de población y ello genera una cascada de acontecimientos,
como el crecimiento y desarrollo de la población, la escritura, la propiedad,
cambios sociales, económicos y culturales, en resumen empieza a formarse una
sociedad compleja.
Surge con ello los pilares del mundo
actual y a su vez comienza los problemas de la humanidad...la guerra.
(escrito
por el arqueólogo francés Jean-Paul Demoule, profesor emérito de la universidad
de la Sorbona, Paris).
Existen documentos gráficos de
diversas culturas, que atestiguan la existencia de carros de guerra,
información que encontramos en las
pinturas rupestre.
Podemos encontrar alrededor de 500
pinturas rupestres, desde Fezzan en Libia a través del Air de Niger hasta el
norte de Mali, continuando hacia el oeste, hasta llegar a la costa atlántica.
Estas pinturas rupestres fueron
realizadas por distintos pueblos, uno de ellos, todavía poco conocido en estos
días, los Garamantes. El nombre de esta civilización fue adjudicado por griegos y romanos, ya que no se conoce
como se autodenominaban ellos mismos.
Es una civilización sahariana
perdida. Cultura guerrera que floreció alrededor del 1.100 a.C.
La
cultura de Garama fue única.
El éxito de los Garamantes se basó en
su sistema subterráneo de extracción de agua. Una red de túneles subterráneos,
que permitió que esta cultura floreciera en un entorno hostil y árido.
Se piensa que su fundación, marcó la
primera vez en la historia en la que un área sin ríos de un gran desierto, fue
colonizada por una gran sociedad urbana compleja, que planificó sus ciudades
con sofisticación, sobre todo por sus fortificaciones.
Estas fortificaciones podían haber
sido copiadas por los romanos.
Herodoto, los menciona en sus
“Historias”, como pastores de ganado y cazadores de “trogloditas etíopes” o
habitantes de las cavernas...
Desde carros de cuatro caballos
cazaban a los etíopes, a quienes
utilizaban como esclavos para trabajar en el sistema subterráneo de extracción
de agua, para trabajos de diversas índoles y para intercambio con otra culturas
por diferentes mercancías de lujo.
(Peter Kessler, “The Garamentes and trans-sahara.
Enterprise in classical times”. Raimond A.Dart “The garamantes of central
Sahara”)
Así pues, los asentamientos evolucionan
a lo largo de los siglos, llegando a crearse las primeras grandes
civilizaciones, como la sumeria,
egipcia, india, china, precolombina,etc. Estamos ya de lleno en la edad de
broce.
En este periodo se produce la
extensión y desarrollo de la tecnología militar, del uso de las armas mucho mas
eficientes, realizadas con dicha aleación, cobre y estaño.
Con la suma de todos estos factores,
nos introducimos en las guerras históricas.
Se
libraban entre ejércitos estructurados de diversos estados, por una élite
militar dominante y con cultura castrense.
Con la aparición de la guerra, surgen
nuevas tecnologías, la más importante de la época: el carro de guerra.
Este ha sido una de las grandes innovaciones que otorgó poder en la Historia.
Apareció en el siglo XX a. C.,
convirtiéndose en una de las armas complejas mas significativas en los
enfrentamientos bélicos.
Gracias a las fuentes escritas, fuentes
icono gráficas y a los yacimientos arqueológicos, fundamentalmente por estos últimos, tenemos
conocimiento de como eran dichos carros de guerra.
Esta novedosa tecnología, propiedad de reyes y nobles eran objetos
exclusivos, que solo los grandes lideres podían mantener.
Los guerreros que guiaban y combatían
en los carros eran poseedores de un importante estatus social.
Este conjunto de batalla, hombre,
caballo y carro, se erigía en el rey del campo, por su movilidad y superioridad
ante las primitivas armas de infantería
Nos encontramos en esta época con dos
grandes imperios. Imperios que fueron los “protagonistas” de la más grande
batalla de la edad Antigua, la batalla con el mayor número armamentístico de
carros de batalla, la batalla de Qadesh.
El imperio Hatti o imperio Hitita y
el imperio Egipcio.
EL IMPERIO HATTI O IMPERIO HITITA
Parece ser que fueron los hititas los
que introdujeron el uso del carro de guerra evolucionado, en la edad del bronce
en el territorio de oriente medio.
Este pueblo desarrollo un modelo de
carro más ligero, gracias a las ruedas de cuatro radios, pudiendo transportar
hasta tres guerreros en la batalla.
El imperio hitita controlaba grandes
rutas de comercio. El control de estas rutas, provocó distintos conflictos
bélicos con varios de sus vecinos, entre ellos los egipcios.
Disponían de un potente ejército,
cuya base fundamental eran los carros de guerra, era la primera unidad en
importancia, en segundo lugar la infantería, la tercera línea era la arquería y
la cuarta los mercenarios, existiendo en ellos dos grupos: el de los
mercenarios propiamente dicho y el de los esclavos, que podían ganar la
libertad luchando.
El ejercito estaba organizado en torno al sistema
decimal, común a los carros de batalla, infantería y arqueros.
Los carros hititas eran más grandes
que los carros egipcios, más pesados y mas lentos.
El eje estaba colocado en el centro
del carro, en el centro de la plataforma, por lo que la velocidad y la
estabilidad se reducía. Como contra partida, la capacidad era mayor y podían ir
de tripulación tres hombres. Estos eran un conductor, un lancero o arquero y un
escudero.
El conductor, el auriga, se dedicaba solo a guiar, mientras que el lancero o arquero, llevaba la ofensiva desde el carro. Iban provisto de una coraza de escamas de metal.
El escudero defendía a los otros dos
miembros, bien embarcado, bien desde el suelo.
La fuerza motora que tiraba del carro
podían ser, asnos, onagros o caballos. Ellos tiraban del carro, sin esta fuerza motriz el carro de batalla no
hubiera llegado a nada.
Como nota importante, surge en este
tiempo un hombre excepcional, surge... KIKKULI.
Kikkuli fue el “Maestro Entrenador de
Caballos Hurrita”, de la tierra de Mitanni. Caballerizo mayor del rey
Subiluliuma, rey hitita. Autor del primer libro de “entrenamiento de caballos
de carro”. Escrito fundamentalmente en lengua hitita y Encontrado en la antigua
capital Hattusas, hoy Bogaz Koi.
Los hititas ademas del reglamento de
doma de caballos de guerra de Kikkuli, redactaron otro texto de hipología
famoso también en el mundo antiguo, un tratado de veterinaria, encontrado en
las ruinas de Ugarit.
“Así
habla Kikkuli, maestro entrenador de caballos de la tierra de Mitanni...”
Dicho texto contiene un a relación
completa de como poner en condiciones y forma a los caballos de guerra hititas
en 214 días, ( ejercicio y alimentación ).
Trata únicamente del
condicionamiento, no de la doma del caballo.
Los mitannitas fueron reconocidos
lideres en el entrenamiento del caballo.
Como resultado de las técnicas de
entrenamiento de Kikkuli, los aurigas hititas forjaron un imperio en la zona
que ahora es Turquia, Siria, Libano y norte de Irak.
Sorprendentemente el entrenamiento
utilizaba “técnicas de intervalos”, similares a los que se utilizan hoy día en
los corredores de fondo o corredores de resistencia.. Principios que solo han
sido estudiados por investigadores de medicina deportiva equina, en los últimos
30 años.
Como en la actualidad se hace, los
caballos entrenados por Kikkuli eran estabulados, cubiertos por mantas, lavados
con agua tibia, alimentados con avena, cebada y heno, al menos tres veces al
día.
El escrito por Kikkuli ha sido el primer y mas antiguo
manual de adiestramiento de caballos, datado aproximadamente alrededor del año
1.350 a.C.
Entre 1.991 y 1.992, el Dr. Nylander
(perteneciente a la Universidad de Nueva Inglaterra, Australia).
Llevó a cabo la replicación
experimental de todo el manual de Kikkuli, durante un periodo de siete meses,
con caballos árabes.
Una vez terminado el estudio,
Nylander, afirma que los métodos de Kikkuli son, en cierto modo, superiores a
sus homólogos modernos.
Investigación
y resultados que se han publicado en “The Kikkuli method of Horse Fitness
Training”
Al contrario que en Egipto, sus caballos
“arios”, proliferaron
extraordinariamente gracias a sus pastos, llegando su fama hasta Herodoto.
Resultaban realmente caros, ya que cada
uno costaba el doble de un buey, 300 grs. de plata.
Mucho antes de la desaparición del
impero dieron origen al caballo árabe.
En resumen, la selección y
entrenamientos de los équidos, hacían que fueran fuertes, resistentes y rápidos
en la batalla.
Gracias a la robustez de estos
caballos y al entrenamiento, permitía transportar a los tres guerreros en el
carro hasta el campo de batalla, llegando totalmente descansados.
Este trío, caballos, guerreros y carro,
era un arma estrictamente ofensiva, diseñada para romper la formación de la
infantería enemiga.
Al ser un carro muy pesado, la inercia
de la carga, en campo abierto, hacia estragos en el oponente.
Como contrapartida, la ventaja se
convertía en un gran inconveniente. Siendo un vehículo pesado y lento, a esto
se le sumaba su escasa maniobrabilidad y la tendencia que tenía a volcar si
ejecutaba giros en ángulos muy cerrados.
Necesitaban terrenos llanos y
amplios, para poder desarrollar su fortaleza en el ataque y poder maniobrar
cómodamente.
El carro hitita llevaba una dotación de 30 flechas, frente al carro egipcio que portaba 80 flechas.
El conductor llevaba un armadura hechas de escamas de metal " el saryahni", que podía pesar hasta 27 kgr. los caballos parece que también portaban una armadura de escamas.
Todos los soldados usaban cascos, había 15 tipos y se utilizaban en función del lugar que ocupaba en el ejercito.
Sin embargo, estos carros de tres ocupantes constituían solamente la fuerza nacional hitita. Sus demás aliados concurrieron al combate en carros de dos tripulantes, denominados "mariyannu", copiados de la tradición bélica hurrita, más ligeros y de usos similares a los equivalentes egipcios.
La infantería estaba constituida en escuadrones de 10, compañía de 10 escuadrones, batallones de 10 compañías.
Se
desplegada para la batalla en compañía
de 10 hombres de ancho y 10 hombres de profundidad, con batallones de 100
hombres de frente y 10 hombres de profundidad.
Las
armas básicas de la infantería hitita eran la lanza (de longitud media y
larga), el hacha y la hoz y todas eran utilizadas en función del terreno.
Lo
que se conoce como ejército hitita era una fuerza armada de una enorme
confederación reclutada en todos los rincones del gran imperio. Estaba
compuesta por tropas de Hatti y otros diecisiete estados vecinos o vasallos.
El gasto que significó para el estado hitita la organización de sus unidades de carros, obligó a los dirigentes a ordenar a sus tropas que donasen sus soldadas a la corona. Esto solo fue aceptado a cambio de que se les otorgara la totalidad del botín. El apetito de los soldados hititas por el saqueo del campamento egipcio explica los sucesos ocurridos en la primera fase y...de otro lado.
EL IMPERIO EGIPCIO
Se cree que el carro de guerra fue introducido en Egipto tras la invasión de por los Hicsos, llegando estos a ser faraones de este imperio.
Entre los años 1.555 1.580 a. C., los
Hicsos fueron expulsados del imperio.
Hasta entonces los egipcios no habían
utilizado los carros de guerra, ni habían criado caballos.
Una vez expulsados los Hicsos,
adoptaron muchas de sus armas y formas de combatir, entre las que se
encontraban el poderoso arco compuesto, armaduras de laminas de metal y carros
de guerra, capturados al enemigo.
Este hecho se repitió en otras
batallas, como en la de Megido, egipcios contra palestinos. Donde el faraón
Tutmosis III capturó 900 carros tras la toma de la ciudad.
El botín de carros de batalla eran de
tipo cananeo.
Tenían una gran dificultad a la hora
de ser fabricados por los egipcios, ya que mucho de los materiales empleados en
su fabricación no se existían el imperio, como la madera de olmo, roble,
sicomoro, etc. Por lo que adaptaron dicha fabricación a sus necesidades.
Estos carros egipcios, tenían una
serie de particularidades, que los hacían diferentes a las culturas
circundantes.
El eje de un metro de largo, no se encontraba situado en
el centro de la caja, estaba en la parte mas trasera, haciendo que tuviera
mayor estabilidad.
La caja era mas pequeña que la de los
carros hititas, solo cabían dos guerreros y sus medidas eran de un metro de
ancho, por cuarenta y cinco de fondo y setenta y cinco de alto.
El material básico de construcción
del carro era madera, pieles y juncos para cerrar el perímetro de la caja. El
fondo de la misma se elaboraba con tiras de piel flexible entrelazadas
cubiertas por una alfombra de lino u
otro material.
En el caso del faraón y los nobles se
recubrían el perímetro con metales preciosos como el oro.
Las ruedas mostraban en su
construcción unos conocimientos mecánicos especializados. Su construcción,
extremadamente ligera, se centraba en hacer el cubo y los radios lo mas
fuertes, robustos y seguros posible.
Su estructura consistía en seis
radios, en forma de V hechas en madera moldeada. Cada una formaba parte de un
segmento del cubo y la parte central de los radios una vez encajada en las
muescas del cubo, se ensamblaban unas con otras, formando un cubo perfecto. Una
vez todo encajado, se ataba con cuero
sin curtir, que al secarse encogía, manteniéndolo todo unido.
Una vez encajado los radios en la
llanta, esta era cubierta de cuero.
Las ruedas estaban sujetas al eje por
un pasador, lo que permitía que en caso de rotura que se pudieran cambiar de
forma fácil y rápida.
El timón era la pieza que unía la
caja con los caballos que tiraban de él. El yugo se acoplaba al timón y a cada
lado llevaba una especie de horcate para enganchar y fijar los caballos.
Se colocaban aguijones en forma de
espuela en el arnés delantero y en la brida, a fin de evitar que los caballos
se salieran del eje de arrastre.
Esta pieza poseía una articulación
que permitía una movilidad y una amortiguación mayor que los demás tipos de
carros. Contribuyendo a dar una mayor estabilidad a los ocupantes del mismo,
fundamentalmente al arquero cuando dispara flechas en movimiento. (Julia Garcia
Rafol, Experta en historia del caballo).
Sobre los arneses ha llegado poca
información a nuestros días, ya que eran de cuero sin curtir. Esto unido al
paso de los años y expuestos a la humedad se convirtieron en una masa negra y
pegajosa, una especie de goma. Aunque han quedado los adornos de oro con que
estaban cubiertos. (André J, Veldmejeir)
Faraones posteriores, siglo IV a. C. desarrollaron la cría caballar, con una cierta selección, trayendo sementales en Siria, llegando a crear yeguadas en Tebas y Menfis e incluso, exportando alguno de sus productos
Estos datos han llegado hasta nuestro
días por los ajuares funerarios, fundamentalmente por las tumbas de Tutankamon, la tumba de
Yuia, general del cuerpo de carros del faraón Amenhotep III y por una tumba
tebana desconocida, descubierta por Ipolito Rosellini-
Una de las estrategias principales
del ejercito egipcio era la infantería (mesha). Esta unidad merece especial
mención, como el entrenador hurrita Kikkuli del imperio Hitita.
Los carros de guerra eran unidades
que se añadían a las divisiones de a pie, a la infantería, en una proporción de
25 carros por cada compañía. 10 carros formaban una escuadra, 50 carros (5
escuadras) un escuadrón y 5 escuadrones
formaban una unidad mayor, llamada pedjet (batallón). Los carros de guerra no
estaban organizados como cuerpos propios.
Por consiguiente, cada cuerpo del
ejército tenia asignado no menos de 2
batallones, 2 pedjet, 500 carros.
El
ejercito de Ramses II estaba formado por cuatro unidades, siendo lideradas todas
estas unidades por el faraón.
Cada carro estaba dotado con un arquero, seneny y un conductor, kedjen, que debía proteger al arquero con un escudo. Solían ir equipados con carcajes llenos de flechas, un total de 80 flechas.
Estos carros también podían entrar en la batalla de forma independiente, sin la infantería, si era necesario.
Como ya se ha descrito, la infantería
estaba compuesta por auténticos corredores y su estrategia era la siguiente.
La infantería avanzaba junto al carro
de guerra, para apoyarlo y rematar los heridos por el arquero que se quedaban
atrás al paso del carro de guerra.
El matar a los enemigos heridos en la retaguardia, se debía a que estos podían atacar por la espalda a los tripulantes del carro e inutilizar esa importante arma de guerra en la contienda.
La función de los carros egipcios era atravesar las líneas enemigas, previamente obligadas a abrirse mediante los potentes arcos de la infantería, arrollando todo lo que encontraba a su paso. Aparte de sus capacidad de choque, hacían las veces de poderosas plataformas de fuego móviles, intentando evitar, en lo posible, trabarse en combates de orden cerrado, donde los más pesados carros enemigos llevaban ventaja.
Esta táctica de "golpear y correr" fue implementada con éxito durante más de tres siglos de guerra egipcia y su versatilidad se vio colmada cuando la infantería desarrolló la táctica del corredor a pie que apoyaba a cada carro y sacrificaba a los heridos. La seguridad a bordo del carro era tan buena que la mayoría de ellos podían entrar y salir de las filas enemigas dos o tres veces por batalla con sus "senenys" ilesos, multiplicando el número aparente de carros en el campo de batalla.
En la batalla, los carros atacaban en conjunto, lanzando flechas o lanzas. El arma principal del ejercito egipcio, utilizada en gran número tanto por la infantería, como por las tripulaciones de los carros, era el temible arco complejo egipcio. Fabricado de madera laminada, cuerno y tendones de animal curtidos. Podían alcanzar entre 300 y 400 metros (comprobado en reconstrucciones modernas sobre su uso) y las flechas eran capaces de perforar las corazas de la época.
Cuando se conseguía la victoria en la batalla, los
carros perseguían a las fuerzas enemigas en desbandada y los alanceaban o
mataban con flechas por la espalda mientras huían.
El equipamiento armamentístico era
rematado por la espada de bronce que llevaban los dos ocupantes del carro, en
forma de hoz recta, llamada Khopesh, dagas cortas y hachas de guerra de bronce.
El ejercito de Ramsés estaba organizado en divisiones, que les dio los siguientes nombres:
- primera división: nombre, Poder de los
Arcos, emblema-dios tutelar, Amón.
- segunda división: nombre, Abundancia de
Valor, emblema-dios tutelar, P´Ra.
- tercera división: nombre, Fuerza de los
Arcos, emblema-dios tutelar,Seth.
- cuarta división: nombre, desconocido,
emblema-dios tutelar Ptah.
LA BATALLA DE QADESH
La desventaja de Siria, era
encontrarse en el medio de las dos grandes potencias políticas y militares de
su época, el imperio egipcio y el inmenso imperio hitita. Ambos
ambicionaban dominar Siria para
explotarla en su propio derecho.
Quien dominara Siria significaría el
ascenso a “potencia mundial”
La batalla de Qadesh tuvo lugar entre
el Imperio Nuevo de Egipto e Imperio Hatti.
Sus gobernantes, por Egipto Ramses
II, por el imperio Hatti o Imperio Hitita Muwatalli II.
Es una de las batallas mejor
documentadas de la edad antigua, pero solo por un bando, el bando egipcio. La
escasa información proporcionada por el bando hitita no ha permitido contrastar los hechos.
CONTENDIENTES
MUWATALLI
II Rey Hitita
Se tiene mucho menos conocimiento
sobre este rey que sobre Ramsés II.
Llegó al trono unos cuatro años antes
que su antagonista fuera coronado faraón, siendo un gobernante fuerte y hábil
además de un guerrero astuto e inteligente.
Se trataba de un gobernante
competente, fuerte, bastante honesto y muy buen administrador
Durante su reinado tuvo que
enfrentarse a varias rebeliones y
guerras
con países vecinos.
La reorganización que Muwatalli hizo del
reino de Anatolia y la astuta política de alianzas que llevó a cabo en las
áreas de Siria y Mesopotamia, una de las primeras potencias de la época. Le
permitieron desplegar el mayor ejercito jamás levantado por el imperio hitita
contra los egipcios.
Sus antecesores y él mismo reunieron
numerosas ciudades-estados, muy distintas entre ellas, llegando a crear un
influyente imperio gracias a su superioridad militar y su habilidad
diplomática.
Llegó a ser la tercera potencia en
oriente próximo de su época, junto con Babilonia y Egipto.
RAMSES
II
“Usemaatra Setepenra-Ramsés Meriamón, el rey
halcón, uno de los dos dioses, hijo de Ra, rey del bajo y alto Egipto” este es
el titulo completo del joven rey. Le atribuyen que gobernó Egipto durante unos
66 años.
En el quinto año de su reinado condujo a su ejercito a la batalla mas grande de la antigüedad.
Es a menudo recordado el mas grande y
celebrado del Imperio Nuevo. Sus sucesores
lo llamaron “Gran Ancestro”.
Desde niño, a los 5 años, fue separado
de su madre (como era costumbre) teniendo una formación castrense a partir de
entonces.
Recibió un entrenamiento militar
intensivo por parte del mismo faraón Seti I, su padre y múltiples maestros de
artes y ciencias.
A
los 15/16 años Ramsés ya tenia autoridad sobre parte del ejercito y ya lo
describían como un “astuto joven líder”.
Con 24 años fue erigido Faraón de Egipto.
En
sus 5 primero años de reinado llevó a cabo 5 importantes acciones militares:
-Batalla
naval: venció en el ataque de los piratas “Shardana” y los reclutó como
soldados para su ejercito.
-Expediciones
a Asia: considerándolo al nuevo faraón mas débil que su poderoso padre, hubo
varias escaramuzas en las fronteras e su reino.
-La
batalla de Qadesh: en el quinto año de su reinado el faraón, decidió cortar los
ataques hititas. Batalla pírrica para Ramsés que finalizó en el primer tratado
de paz de la historia.
-Conquista
de Libia: hizo varias incursiones en Libia, donde estableció colonias y
construyó diversa fortalezas para vigilar, formando una linea defensiva.
-Reforma
del ejercito: aprovecho el mal resultado de la batalla de Qadesh, cambiando a
los militares de alto rango por sus hijos. A partir de entonces, nadie ajeno a
la familia real tuvo mando. Creó cuerpos
de élite con extranjeros, que eran leales a la persona del Faraón.
Como rey de los dos reinos, Ramsés fue uno de los
gobernantes mas poderosos de su tiempo y tuvo personalidad y capacidad para
poder emprender la reconquista de Siria y enfrentarse con los hititas.
LA BATALLA
Datada hacia el 1274 a. C.
aproximadamente.
Ejercito hitita: la fuerza de combate
era entre 37.000 y 40.000 infantes, entre 2.500 y 3.500 carros de guerra con
7.500/10.500 tripulantes
Ejercito egipcio: la fuerza de combate
era de 16.000 infantes, 2.000 carros de guerra con 4.000 tripulantes.
Ramsés en su carro guerra, encabezaba la marcha con la división de Amón y su guardia personal, empuñando su arco.
Este, estaba tirado por dos corceles,
que se llamaban: Mut está satisfecha y Victoria en Tebas. Fueron inmortalizados
por el faraón en una obra de arte de orfebrería, un anillo que conmemora el
valiente comportamiento de sus dos caballos en la batalla.
Salieron de la ciudad de Pi-Ramsés,
tardando en llegar al campo de batalla, acordado por ambas partes, un mes.
Esperando las otras divisiones, una vez que
llegaron a la llanura frente a Qadesh, acamparon frente a la fortaleza, en la
orilla izquierda del rio Orontes. Se encontraban a medio camino.
El egiptólogo Henry Breasted identificó
el lugar donde donde Ramsés estableció su campamento
El campamento de la división de Amón se
organizó como un campamento romano, con perímetro defensivo. En el centro del
campamento, el templo de Amón y una gran tienda para Ramsés, sus hijos, su
séquito e incluso el gran trono de oro que lo había acompañado todo el
trayecto. Pensando que había llegado con mucha anticipación y que esperarían días para la batalla, se organizó todo para ofrecer una cierta
comodidad.
Los pensamientos del faraón fueron confirmados
por dos beduinos, que habían capturado las tropas faraónicas.
Pero esta información estaba equivocada.
Tras varios interrogatorios de fuerte dureza confirmaron que habían mentido.
Inteligentemente Muwatalli, había hecho
creer a Ramsés que su ejército aún estaba muy al norte de Qadesh, ya que los
beduinos eran dos soldados de su ejército enviados para dar información falsa.
El ejercito hitita estaba acampado en la
orilla oriental del Orontes, ocultos por la ciudad de Qadesh.
Cuando las fuerzas egipcias estaban aún
organizándose, se produjo el ataque hitita.
Los carros hititas siguieron hacia el
oeste, destruyendo los carros de la izquierda, dispersando a los egipcios.
Las dos filas de carros egipcios se
derrumbaron, su formación fue totalmente inadecuada para sobrevivir a un ataque
lateral, desintegrándose la formación.
Los sobrevivientes que iban a la cabeza
se apuraron hacia el campamento, mientras que la retaguardia debió de correr
hacia el sur buscando la ayuda de las divisiones de Ptah y P´Ra que venían
aproximándose.
La situación del faraón era
tremendamente comprometida. La divisiones restantes lejos y los carros hititas
bloqueando el camino.
Los vigías del frente sur, gritaron la
alarma al mismo tiempo que los del lado oeste, acaban de ver la enorme
formación de vehículos hititas que se lanzaba hacia ellos.
Antes de que entraran los senenys de la división de P´Ra y comenzaran a explicar lo sucedido, las tropas se hallaban ya en zafarrancho de combate.
Ramsés
había dispuesto varias unidades de carros y compañía de infantería que
permanecieran de guardia, listas para la acción, en el interior del recinto
Los hititas se lanzaron contra el
interior del campamento de Ramsés, defendido únicamente por la guardia real y
la división de Amón. Inmediatamente se alinearon en defensa del faraón, quien
se arriesgaba a morir, o peor aún, a ser capturado.
Comenzaron a detener a los atacantes las
diversas líneas de defensa que habían sido establecidas por el faraón,
perdiendo los carros de combate su inercia inicial.
Sin espacio interior en el campamento,
los carros hititas no podían reorganizarse, no pudiendo entrar todos, como era
su intención, en la zona interior del campamento. Comenzando una batalla cuerpo a cuerpo.
Contraatacaba con sus espadas khopesh,
en forma de guadaña.
La guardia personal del Faraón, los
sherden, rodearon la tienda del soberano, dispuestos a defenderlo con su vida.
Ramsés por su parte, se colocó su
armadura cogiendo todos sus útiles de batalla, organizando la defensa con los
sherden, ya que disponían de carros y de infantería.
La guardia del rey puso a los hijos de
Ramsés a buen recaudo, en la zona que no había sido atacada.
El faraón de colocó la “khepresh”,
corona azul y gritándole ordenes a su “kedjen”, conductor personal, llamado
Menna, montó en su carro de batalla empuñando su arco y sus flechas, poniéndose
a la cabeza de los carros sobrevivientes.
Su ambición los perdió. El superior alcance de los arcos
egipcios provocó una gran masacre sobre las tripulaciones hititas. Tan
amontonados estaban, que los disciplinados arqueros egipcios no tenían ni que
apuntar para hacer blanco en un hombre o caballo.
Lentamente los hititas intentaron huir,
pero sus caballos estaban fatigados y sus carros eran mas lentos y mas pesados.
En un breve periodo de tiempo el
campamento estaba cubierto de cadáveres.
La infantería egipcia se dedicó a
recorrer el campo de batalla, rematando a los heridos y amputándoles la mano
derecha. Estas eran entregadas a los escribas, quienes contándolas
meticulosamente, hacían estadísticas de las bajas enemigas.
Según
cuentan las crónicas egipcias, “su majestad, el faraón, espoleó sus caballos y se lanzó contra las huestes
hititas, alzando Ramsés una plegaria al dios Amón y...fue el propio Amón quien
obtuvo la victoria, al otorgar al soberano cualidades sobrehumanas durante el
ataque”.
De acuerdo con la visión moderna sobre la batalla y aunque las tropas hititas fuero reorganizadas por Muwatalli, incluyendo a la nobleza en el ataque, aunque nunca entraba al mismo, volvió otra vez a atacar al campamento del faraón, ya que sus tropas estaba tropas muy mermadas. Aun a sabiendas que podían hacer su entrada en la batalla las divisiones que estaban de camino.
Al día siguiente, de nuevo en el campo
de batalla, con sus respectivos ejércitos desplegados y a la vista sobre el
terreno, Muwatalli y Ramsés se dieron cuenta que el momento de obtener una
victoria absoluta había desaparecido. Como sus antecesores, que por
ambas partes habían consensuado
diferentes acuerdos, llegaron al primer tratado de paz de la historia.
Al parecer, el episodio de Qadesh, abrió
un periodo de relaciones diplomáticas,
desembocando en una propuesta de paz bajo la forma de tratado bilateral. El
texto fue escrito en acadio, lengua oficial de la correspondencia diplomática
internacional.
Este
tratado es el primer acuerdo internacional, en términos de paridad y
reciprocidad entre dos grandes potencias, que se ha conservado y que sienta
las bases del derecho internacional.
Siendo un triunfo para ambos
gobernantes, ya que se reconocían ambos como “grandes reyes”.
Como indica el egiptólogo alemán Jan
Assmann, el resultado de la batalla no fue un éxito militar dudoso, sino la
paz.
En cuanto a Qadesh, se mantuvo bajo la
autoridad hitita hasta su destrucción, atribuida a los “Pueblos del Mar”