martes, 29 de marzo de 2022

 

 



EL CARRO DE GUERRA

EN LA BATALLA MAS GRANDE DE LA ANTIGÜEDAD

 

 

 


 

 El neolítico, uno de los periodos más importante de la historia y uno de los más desconocidos.

En este periodo se desarrolla la primera revolución industrial de la historia, trayendo consigo un cambio radical en las condiciones de vida, pasando del nomadismo al sedentarismo, de la caza y recolección de alimentos a la domesticación de animales y al cultivo de las plantas.

Se desencadena el nacimiento de los primeros núcleos de población y ello genera una cascada de acontecimientos, como el crecimiento y desarrollo de la población, la escritura, la propiedad, cambios sociales, económicos y culturales, en resumen empieza a formarse una sociedad compleja.

Surge con ello los pilares del mundo actual y a su vez comienza los problemas de la humanidad...la guerra.

(escrito por el arqueólogo francés Jean-Paul Demoule, profesor emérito de la universidad de la Sorbona, Paris).

Existen documentos gráficos de diversas culturas, que atestiguan la existencia de carros de guerra, información que encontramos en las  pinturas rupestre.


 Sin ir más lejos, en una región con una cierta proximidad a la península ibérica encontramos múltiples testimonios de ello, esta región es el Sahara.

Podemos encontrar alrededor de 500 pinturas rupestres, desde Fezzan en Libia a través del Air de Niger hasta el norte de Mali, continuando hacia el oeste, hasta llegar a la costa atlántica.

Estas pinturas rupestres fueron realizadas por distintos pueblos, uno de ellos, todavía poco conocido en estos días, los Garamantes. El nombre de esta civilización fue adjudicado  por griegos y romanos, ya que no se conoce como se autodenominaban ellos mismos.

Es una civilización sahariana perdida. Cultura guerrera que floreció alrededor del 1.100 a.C.

 


La cultura de Garama fue única.

El éxito de los Garamantes se basó en su sistema subterráneo de extracción de agua. Una red de túneles subterráneos, que permitió que esta cultura floreciera en un entorno hostil y árido.

Se piensa que su fundación, marcó la primera vez en la historia en la que un área sin ríos de un gran desierto, fue colonizada por una gran sociedad urbana compleja, que planificó sus ciudades con sofisticación, sobre todo por sus fortificaciones.

Estas fortificaciones podían haber sido copiadas por los romanos.

Herodoto, los menciona en sus “Historias”, como pastores de ganado y cazadores de “trogloditas etíopes” o habitantes de las cavernas...

 


 

Desde carros de cuatro caballos cazaban a los etíopes,  a quienes utilizaban como esclavos para trabajar en el sistema subterráneo de extracción de agua, para trabajos de diversas índoles y para intercambio con otra culturas por diferentes mercancías de lujo.



(Peter  Kessler, “The Garamentes and trans-sahara. Enterprise in classical times”. Raimond A.Dart “The garamantes of central Sahara”)

        Así pues, los asentamientos evolucionan a lo largo de los siglos, llegando a crearse las primeras grandes civilizaciones, como la  sumeria, egipcia, india, china, precolombina,etc. Estamos ya de lleno en la edad de broce.

En este periodo se produce la extensión y desarrollo de la tecnología militar, del uso de las armas mucho mas eficientes, realizadas con dicha aleación, cobre y estaño.

Con la suma de todos estos factores, nos introducimos en las guerras históricas.

Se libraban entre ejércitos estructurados de diversos estados, por una élite militar dominante y con cultura castrense.

Con la aparición de la guerra, surgen nuevas tecnologías, la más importante de la época: el carro de guerra.

 


Este ha sido una  de las grandes innovaciones que otorgó poder  en la Historia.

Apareció en el siglo XX a. C., convirtiéndose en una de las armas complejas mas significativas en los enfrentamientos bélicos.

        Gracias a las fuentes escritas, fuentes icono gráficas y a los yacimientos arqueológicos,  fundamentalmente por estos últimos, tenemos conocimiento de como eran dichos carros de guerra.

Esta novedosa tecnología,  propiedad de reyes y nobles eran objetos exclusivos, que solo los grandes lideres podían mantener.

Los guerreros que guiaban y combatían en los carros eran poseedores de un importante estatus social.

Este conjunto de batalla, hombre, caballo y carro, se erigía en el rey del campo, por su movilidad y superioridad ante las primitivas armas de infantería

Nos encontramos en esta época con dos grandes imperios. Imperios que fueron los “protagonistas” de la más grande batalla de la edad Antigua, la batalla con el mayor número armamentístico de carros de batalla, la batalla de Qadesh.

El imperio Hatti o imperio Hitita y el imperio Egipcio.

 

 

EL IMPERIO HATTI O IMPERIO HITITA

 

 


Parece ser que fueron los hititas los que introdujeron el uso del carro de guerra evolucionado, en la edad del bronce en  el territorio de  oriente medio.

Este pueblo desarrollo un modelo de carro más ligero, gracias a las ruedas de cuatro radios, pudiendo transportar hasta tres guerreros en la batalla.

 


 En el idioma hitita a los carros se les denominaban “Tiyawa”, que traducido a nuestro idioma significa... “estar de pie”.

El imperio hitita controlaba grandes rutas de comercio. El control de estas rutas, provocó distintos conflictos bélicos con varios de sus vecinos, entre ellos los egipcios.

Disponían de un potente ejército, cuya base fundamental eran los carros de guerra, era la primera unidad en importancia, en segundo lugar la infantería, la tercera línea era la arquería y la cuarta los mercenarios, existiendo en ellos dos grupos: el de los mercenarios propiamente dicho y el de los esclavos, que podían ganar la libertad luchando.


 

El ejercito  estaba organizado en torno al sistema decimal, común a los carros de batalla, infantería y arqueros.

Los carros hititas eran más grandes que los carros egipcios, más pesados y mas lentos.

El eje estaba colocado en el centro del carro, en el centro de la plataforma, por lo que la velocidad y la estabilidad se reducía. Como contra partida, la capacidad era mayor y podían ir de tripulación tres hombres. Estos eran un conductor, un lancero o arquero y un escudero.


 


El  conductor, el auriga, se dedicaba solo a guiar, mientras que el lancero o arquero, llevaba la ofensiva desde el carro. Iban provisto de una coraza de escamas de metal.

El escudero defendía a los otros dos miembros, bien embarcado, bien desde el suelo.

La fuerza motora que tiraba del carro podían ser, asnos, onagros o caballos. Ellos tiraban del carro, sin  esta fuerza motriz el carro de batalla no hubiera llegado a nada.

Como nota importante, surge en este tiempo un hombre excepcional, surge... KIKKULI.

        Kikkuli fue el “Maestro Entrenador de Caballos Hurrita”, de la tierra de Mitanni. Caballerizo mayor del rey Subiluliuma, rey hitita. Autor del primer libro de “entrenamiento de caballos de carro”. Escrito fundamentalmente en lengua hitita y Encontrado en la antigua capital Hattusas, hoy Bogaz Koi.

Los hititas ademas del reglamento de doma de caballos de guerra de Kikkuli, redactaron otro texto de hipología famoso también en el mundo antiguo, un tratado de veterinaria, encontrado en las ruinas de Ugarit.

 



 El texto de Kikkuli se encontró escrito en tablillas cuneiformes y comienza como vemos a continuación:

“Así habla Kikkuli, maestro entrenador de caballos de la tierra de Mitanni...”

Dicho texto contiene un a relación completa de como poner en condiciones y forma a los caballos de guerra hititas en 214 días, ( ejercicio y alimentación ).

Trata únicamente del condicionamiento, no de la doma del caballo.

Los mitannitas fueron reconocidos lideres en el entrenamiento del caballo.

Como resultado de las técnicas de entrenamiento de Kikkuli, los aurigas hititas forjaron un imperio en la zona que ahora es Turquia, Siria, Libano y norte de Irak.

Sorprendentemente el entrenamiento utilizaba “técnicas de intervalos”, similares a los que se utilizan hoy día en los corredores de fondo o corredores de resistencia.. Principios que solo han sido estudiados por investigadores de medicina deportiva equina, en los últimos 30 años.

Como en la actualidad se hace, los caballos entrenados por Kikkuli eran estabulados, cubiertos por mantas, lavados con agua tibia, alimentados con avena, cebada y heno, al menos tres veces al día.

El escrito por  Kikkuli ha sido el primer y mas antiguo manual de adiestramiento de caballos, datado aproximadamente alrededor del año 1.350 a.C.

Entre 1.991 y 1.992, el Dr. Nylander (perteneciente a la Universidad de Nueva Inglaterra, Australia).

Llevó a cabo la replicación experimental de todo el manual de Kikkuli, durante un periodo de siete meses, con caballos árabes.

Una vez terminado el estudio, Nylander, afirma que los métodos de Kikkuli son, en cierto modo, superiores a sus homólogos modernos.

Investigación y resultados que se han publicado en “The Kikkuli method of Horse Fitness Training”

 


        Al contrario que en Egipto, sus caballos “arios”,  proliferaron extraordinariamente gracias a sus pastos, llegando su fama hasta Herodoto.

        Resultaban realmente caros, ya que cada uno costaba el doble de un buey, 300 grs. de plata.

        Mucho antes de la desaparición del impero dieron origen al caballo árabe.

En resumen, la selección y entrenamientos de los équidos, hacían que fueran fuertes, resistentes y rápidos en la batalla.

Gracias a la robustez de estos caballos y al entrenamiento, permitía transportar a los tres guerreros en el carro hasta el campo de batalla, llegando totalmente descansados.

Este trío, caballos, guerreros y carro, era un arma estrictamente ofensiva, diseñada para romper la formación de la infantería enemiga.

        Al ser un carro muy pesado, la inercia de la carga, en campo abierto, hacia estragos en el oponente.

Como contrapartida, la ventaja se convertía en un gran inconveniente. Siendo un vehículo pesado y lento, a esto se le sumaba su escasa maniobrabilidad y la tendencia que tenía a volcar si ejecutaba giros en ángulos muy cerrados.

Necesitaban terrenos llanos y amplios, para poder desarrollar su fortaleza en el ataque y poder maniobrar cómodamente.

El carro hitita llevaba una dotación de 30 flechas, frente al carro egipcio que portaba 80 flechas.

El conductor llevaba un armadura hechas de escamas de metal " el saryahni", que podía pesar hasta 27 kgr. los caballos parece que también portaban una armadura de escamas.



Todos los soldados usaban cascos, había 15 tipos y se utilizaban en función del lugar que ocupaba en el ejercito.

Sin embargo, estos carros de tres ocupantes constituían solamente la fuerza nacional hitita. Sus demás aliados concurrieron al combate en carros de dos tripulantes, denominados "mariyannu", copiados de la tradición bélica hurrita, más ligeros y de usos similares a los equivalentes egipcios.

 La infantería estaba constituida en escuadrones de 10, compañía de 10 escuadrones, batallones de 10 compañías.

        Se desplegada para la batalla  en compañía de 10 hombres de ancho y 10 hombres de profundidad, con batallones de 100 hombres de frente y 10 hombres de profundidad.

        Las armas básicas de la infantería hitita eran la lanza (de longitud media y larga), el hacha y la hoz y todas eran utilizadas en función del terreno.

        Lo que se conoce como ejército hitita era una fuerza armada de una enorme confederación reclutada en todos los rincones del gran imperio. Estaba compuesta por tropas de Hatti y otros diecisiete estados vecinos o vasallos.

    El gasto que significó para el estado hitita la organización  de sus unidades de carros, obligó a los dirigentes a ordenar a sus tropas que donasen sus soldadas a la corona. Esto solo fue aceptado a cambio de que se les otorgara la totalidad del botín. El apetito de los soldados hititas por el saqueo del campamento egipcio explica los sucesos ocurridos en la primera fase y...de otro lado.


EL IMPERIO EGIPCIO


    Se cree que el carro de guerra  fue introducido en Egipto tras la invasión de por los Hicsos, llegando estos a ser faraones de este imperio.

Entre los años 1.555 1.580 a. C., los Hicsos fueron expulsados del imperio.

Hasta entonces los egipcios no habían utilizado los carros de guerra, ni habían criado caballos.

Una vez expulsados los Hicsos, adoptaron muchas de sus armas y formas de combatir, entre las que se encontraban el poderoso arco compuesto, armaduras de laminas de metal y carros de guerra, capturados al enemigo.

Este hecho se repitió en otras batallas, como en la de Megido, egipcios contra palestinos. Donde el faraón Tutmosis III capturó 900 carros tras la toma de la ciudad.

El botín de carros de batalla eran de tipo cananeo.

Tenían una gran dificultad a la hora de ser fabricados por los egipcios, ya que mucho de los materiales empleados en su fabricación no se existían el imperio, como la madera de olmo, roble, sicomoro, etc. Por lo que adaptaron dicha fabricación a sus necesidades.

 


 

Estos carros egipcios, tenían una serie de particularidades, que los hacían diferentes a las culturas circundantes.

El eje de un  metro de largo, no se encontraba situado en el centro de la caja, estaba en la parte mas trasera, haciendo que tuviera mayor estabilidad.

La caja era mas pequeña que la de los carros hititas, solo cabían dos guerreros y sus medidas eran de un metro de ancho, por cuarenta y cinco de fondo y setenta y cinco de alto.

El material básico de construcción del carro era madera, pieles y juncos para cerrar el perímetro de la caja. El fondo de la misma se elaboraba con tiras de piel flexible entrelazadas cubiertas por una alfombra de lino  u otro material.

En el caso del faraón y los nobles se recubrían el perímetro con metales preciosos como el oro.

Las ruedas mostraban en su construcción unos conocimientos mecánicos especializados. Su construcción, extremadamente ligera, se centraba en hacer el cubo y los radios lo mas fuertes, robustos y seguros posible.

       


Su estructura consistía en seis radios, en forma de V hechas en madera moldeada. Cada una formaba parte de un segmento del cubo y la parte central de los radios una vez encajada en las muescas del cubo, se ensamblaban unas con otras, formando un cubo perfecto. Una vez todo encajado, se ataba con  cuero sin curtir, que al secarse encogía, manteniéndolo todo unido.

Una vez encajado los radios en la llanta, esta era cubierta de cuero.

 


Las ruedas estaban sujetas al eje por un pasador, lo que permitía que en caso de rotura que se pudieran cambiar de forma fácil y rápida.

El timón era la pieza que unía la caja con los caballos que tiraban de él. El yugo se acoplaba al timón y a cada lado llevaba una especie de horcate para enganchar y fijar los caballos.

Se colocaban aguijones en forma de espuela en el arnés delantero y en la brida, a fin de evitar que los caballos se salieran del eje de arrastre.

Esta pieza poseía una articulación que permitía una movilidad y una amortiguación mayor que los demás tipos de carros. Contribuyendo a dar una mayor estabilidad a los ocupantes del mismo, fundamentalmente al arquero cuando dispara flechas en movimiento. (Julia Garcia Rafol, Experta en historia del caballo).

 


Sobre los arneses ha llegado poca información a nuestros días, ya que eran de cuero sin curtir. Esto unido al paso de los años y expuestos a la humedad se convirtieron en una masa negra y pegajosa, una especie de goma. Aunque han quedado los adornos de oro con que estaban cubiertos. (André J, Veldmejeir)

 

   Los caballos están representado por los artistas como animales estilizados, de perfiles elegantes, cuello arqueado, etc. No correspondiendo con la realidad. Según los historiadores, los caballos capturados en botín de guerra a los hicsos, eran caballos grandes, de perfil arqueado, cuello delgado y seco al igual que la grupa, con cola abundante y de capa oscura.    

     Faraones posteriores, siglo IV a. C. desarrollaron la cría caballar, con una cierta selección, trayendo sementales en Siria, llegando a crear yeguadas en Tebas y Menfis e incluso, exportando alguno de sus productos

Estos datos han llegado hasta nuestro días por los ajuares funerarios, fundamentalmente  por las tumbas de Tutankamon, la tumba de Yuia, general del cuerpo de carros del faraón Amenhotep III y por una tumba tebana desconocida, descubierta por Ipolito Rosellini-

 




 Como ya se ha comentado anteriormente, el coste de fabricación de los carros de guerra, solo era factible para las clases nobles, de ahí que su presencia en los campos de batalla correspondía a la “jet set”, a la aristocracia de esa sociedad.

Una de las estrategias principales del ejercito egipcio era la infantería (mesha). Esta unidad merece especial mención, como el entrenador hurrita Kikkuli del imperio Hitita.

 




 Esta infantería estaba formada por auténticos atletas, verdaderos corredores de fondo. Hecho tremendamente importante, ya que la infantería era la base principal del ejercito egipcio. El motivo era el siguiente:

Los carros de guerra eran unidades que se añadían a las divisiones de a pie, a la infantería, en una proporción de 25 carros por cada compañía. 10 carros formaban una escuadra, 50 carros (5 escuadras)  un escuadrón y 5 escuadrones formaban una unidad mayor, llamada pedjet (batallón). Los carros de guerra no estaban organizados como cuerpos propios.

Por consiguiente, cada cuerpo del ejército tenia asignado no menos  de 2 batallones, 2 pedjet, 500 carros.

      El ejercito de Ramses II estaba formado por cuatro unidades, siendo lideradas todas estas unidades por el faraón.

Cada carro estaba dotado con  un  arquero, seneny y  un conductor, kedjen, que debía proteger al arquero con un escudo. Solían ir equipados con  carcajes llenos de flechas, un total de 80 flechas.

 





Estos carros también podían entrar en la batalla de forma independiente, sin la infantería, si era necesario.

Como ya se ha descrito, la infantería estaba compuesta por auténticos corredores y su estrategia era la siguiente.

La infantería avanzaba junto al carro de guerra, para apoyarlo y rematar los heridos por el arquero que se quedaban atrás al paso del carro de guerra.

El matar a los enemigos heridos en la retaguardia, se debía a que estos podían atacar por la espalda a los tripulantes del carro e inutilizar  esa importante arma de guerra en la contienda. 

 La función de los carros egipcios era atravesar las líneas enemigas, previamente obligadas a abrirse mediante los potentes arcos de la infantería, arrollando todo lo que encontraba a su paso. Aparte de sus capacidad de choque, hacían las veces de poderosas plataformas de fuego móviles, intentando evitar, en lo posible, trabarse en combates de orden cerrado, donde los más pesados carros enemigos llevaban ventaja. 

Esta táctica de "golpear y correr" fue implementada con éxito durante más de tres siglos de guerra egipcia y su versatilidad se vio colmada cuando la infantería desarrolló la táctica del corredor a pie que apoyaba a cada carro y sacrificaba a los heridos. La seguridad a bordo del carro era tan buena que la mayoría de ellos podían entrar y salir de las filas enemigas dos o tres veces por batalla con sus "senenys" ilesos, multiplicando el número aparente de carros en el campo de batalla. 

En la batalla, los carros atacaban en conjunto, lanzando flechas o lanzas. El arma principal del ejercito egipcio, utilizada en gran número tanto por la infantería, como por las tripulaciones de los carros, era el temible arco complejo egipcio. Fabricado de madera laminada, cuerno y tendones de animal curtidos. Podían alcanzar entre 300 y 400 metros (comprobado en reconstrucciones modernas sobre su uso) y las flechas eran capaces de perforar las corazas de la época. 


 


Cuando se  conseguía la victoria en la batalla, los carros perseguían a las fuerzas enemigas en desbandada y los alanceaban o mataban con flechas por la espalda mientras huían.

El equipamiento armamentístico era rematado por la espada de bronce que llevaban los dos ocupantes del carro, en forma de hoz recta, llamada Khopesh, dagas cortas y hachas de guerra de bronce.

 


 

 Aunque parezca un carro mas inferior por el numero de ocupantes, demostraran que la combinación del carro, que podemos llamar ligero, con el arco complejo dio lugar al que posiblemente fue el arma mas efectiva de la época. En combate, las compañias y unidades adoptaban una estructura de falange: los soldados veteranos (menfyt) se ubicaban en la vanguardia y los reclutas y reservistas (nefru) en la retaguardia.

 El ejercito de Ramsés estaba organizado en divisiones, que les dio los siguientes nombres:

- primera división: nombre, Poder de los Arcos, emblema-dios tutelar, Amón.

- segunda división: nombre, Abundancia de Valor, emblema-dios tutelar, P´Ra.

- tercera división: nombre, Fuerza de los Arcos, emblema-dios tutelar,Seth.

- cuarta división: nombre, desconocido, emblema-dios tutelar Ptah.

 

 

LA BATALLA DE QADESH

 


 

 Qadesh, ciudad de Siria, punto de encuentro, cruce y negociación del trafico y comercio de su tiempo. Zona productora de inconmensurables recursos naturales. Además de la producción encrucijada mercantil, cultural y militar del mundo antiguo. Los derechos aduaneros que percibía quien dominase la región eran enormes, sumados a su estratégica  posición militar.

La desventaja de Siria, era encontrarse en el medio de las dos grandes potencias políticas y militares de su época, el imperio egipcio y el inmenso imperio hitita. Ambos ambicionaban  dominar Siria para explotarla en su propio derecho.


 

Quien dominara Siria significaría el ascenso a “potencia mundial”

La batalla de Qadesh tuvo lugar entre el Imperio Nuevo de Egipto e Imperio Hatti.

Sus gobernantes, por Egipto Ramses II, por el imperio Hatti o Imperio Hitita Muwatalli II.

        Es una de las batallas mejor documentadas de la edad antigua, pero solo por un bando, el bando egipcio. La escasa información proporcionada por el bando hitita no ha  permitido contrastar los hechos.

 

 

CONTENDIENTES

 

MUWATALLI II Rey Hitita

 

 


 Rey hitita que sucedió a Mursili II, su padre.  Era el segundo hijo, la muerte de su hermano mayor por causas naturales, le llevó al trono.

Se tiene mucho menos conocimiento sobre este rey que sobre Ramsés II.

Llegó al trono unos cuatro años antes que su antagonista fuera coronado faraón, siendo un gobernante fuerte y hábil además de un guerrero astuto e inteligente.

Se trataba de un gobernante competente, fuerte, bastante honesto y muy buen administrador

Durante su reinado tuvo que enfrentarse a varias rebeliones y

guerras con países vecinos.

        La reorganización que Muwatalli hizo del reino de Anatolia y la astuta política de alianzas que llevó a cabo en las áreas de Siria y Mesopotamia, una de las primeras potencias de la época. Le permitieron desplegar el mayor ejercito jamás levantado por el imperio hitita contra los egipcios.

        Sus antecesores y él mismo reunieron numerosas ciudades-estados, muy distintas entre ellas, llegando a crear un influyente imperio gracias a su superioridad militar y su habilidad diplomática.

        Llegó a ser la tercera potencia en oriente próximo de su época, junto con Babilonia y Egipto.

       

RAMSES II

 


 

 “Usemaatra Setepenra-Ramsés Meriamón, el rey halcón, uno de los dos dioses, hijo de Ra, rey del bajo y alto Egipto” este es el titulo completo del joven rey. Le atribuyen que gobernó Egipto durante unos 66 años.

En el quinto año de su reinado condujo a su ejercito a la batalla mas grande de la antigüedad.

      Es a menudo recordado el mas grande y celebrado del Imperio Nuevo. Sus sucesores  lo llamaron “Gran Ancestro”.

        Desde niño, a los 5 años, fue separado de su madre (como era costumbre) teniendo una formación castrense a partir de entonces.

        Recibió un entrenamiento militar intensivo por parte del mismo faraón Seti I, su padre y múltiples maestros de artes y ciencias.

         A los 15/16 años Ramsés ya tenia autoridad sobre parte del ejercito y ya lo describían  como un “astuto joven líder”.

         Con 24 años fue erigido Faraón de Egipto.

En sus 5 primero años de reinado llevó a cabo 5 importantes acciones militares:

-Batalla naval: venció en el ataque de los piratas “Shardana” y los reclutó como soldados para su ejercito.

-Expediciones a Asia: considerándolo al nuevo faraón mas débil que su poderoso padre, hubo varias escaramuzas en las fronteras e su reino.

-La batalla de Qadesh: en el quinto año de su reinado el faraón, decidió cortar los ataques hititas. Batalla pírrica para Ramsés que finalizó en el primer tratado de paz de la historia.

-Conquista de Libia: hizo varias incursiones en Libia, donde estableció colonias y construyó diversa fortalezas para vigilar, formando una linea defensiva.

-Reforma del ejercito: aprovecho el mal resultado de la batalla de Qadesh, cambiando a los militares de alto rango por sus hijos. A partir de entonces, nadie ajeno a la familia real tuvo mando. Creó cuerpos de élite con extranjeros, que eran leales a la persona del Faraón.

      Como rey de  los dos reinos, Ramsés fue uno de los gobernantes mas poderosos de su tiempo y tuvo personalidad y capacidad para poder emprender la reconquista de Siria y enfrentarse con los hititas.

     

LA BATALLA

 


 

        Datada hacia el 1274 a. C. aproximadamente.

      Ejercito hitita: la fuerza de combate era entre 37.000 y 40.000 infantes, entre 2.500 y 3.500 carros de guerra con 7.500/10.500 tripulantes

        Ejercito egipcio: la fuerza de combate era de 16.000 infantes, 2.000 carros de guerra con 4.000 tripulantes.

        Ramsés en  su carro guerra, encabezaba la marcha con  la división de Amón y  su guardia personal,  empuñando su arco.

 


 

        Este, estaba tirado por dos corceles, que se llamaban: Mut está satisfecha y Victoria en Tebas. Fueron inmortalizados por el faraón en una obra de arte de orfebrería, un anillo que conmemora el valiente comportamiento de sus dos caballos en la batalla.

 


 

     Los cuatro cuerpos del ejercito egipcio marcharon por rutas diferentes. La primera y segunda división avanzaron a lo largo de la orilla del rio Orontes. Las dos restantes lo hicieron por rutas paralelas.

        Salieron de la ciudad de Pi-Ramsés, tardando en llegar al campo de batalla, acordado por ambas partes, un mes.

 Esperando las otras divisiones, una vez que llegaron a la llanura frente a Qadesh, acamparon frente a la fortaleza, en la orilla izquierda del rio Orontes. Se encontraban a medio camino.

        El egiptólogo Henry Breasted identificó el lugar donde donde Ramsés estableció su campamento

        El campamento de la división de Amón se organizó como un campamento romano, con perímetro defensivo. En el centro del campamento, el templo de Amón y una gran tienda para Ramsés, sus hijos, su séquito e incluso el gran trono de oro que lo había acompañado todo el trayecto. Pensando que había llegado con mucha anticipación y   que esperarían días para la batalla,  se organizó todo para ofrecer una cierta comodidad.

Los pensamientos del faraón fueron confirmados por dos beduinos, que habían capturado las tropas faraónicas.

        Pero esta información estaba equivocada. Tras varios interrogatorios de fuerte dureza confirmaron que habían mentido.

        Inteligentemente Muwatalli, había hecho creer a Ramsés que su ejército aún estaba muy al norte de Qadesh, ya que los beduinos eran dos soldados de su ejército enviados para dar información falsa.

        El ejercito hitita estaba acampado en la orilla oriental del Orontes, ocultos por la ciudad de Qadesh.

        Cuando las fuerzas egipcias estaban aún organizándose, se produjo el ataque hitita.

     La segunda división, la división  de Ra, fue atacada después de cruzar el rio, cuando se ponía en marcha para llegar al campamento.      Una masa de carros hititas cayó sobre la división por el lado derecho. Los carros egipcios que custodiaban la derecha de la fila fueron arrollados y destruidos por la marea de carros que seguían surgiendo entre los árboles y que no daban muestras de terminar.

        Los carros hititas siguieron hacia el oeste, destruyendo los carros de la izquierda, dispersando a los egipcios.

        Las dos filas de carros egipcios se derrumbaron, su formación fue totalmente inadecuada para sobrevivir a un ataque lateral, desintegrándose la formación.

        Los sobrevivientes que iban a la cabeza se apuraron hacia el campamento, mientras que la retaguardia debió de correr hacia el sur buscando la ayuda de las divisiones de Ptah y P´Ra que venían aproximándose. 

        La situación del faraón era tremendamente comprometida. La divisiones restantes lejos y los carros hititas bloqueando el camino.

        Los vigías del frente sur, gritaron la alarma al mismo tiempo que los del lado oeste, acaban de ver la enorme formación de vehículos hititas que se lanzaba hacia ellos.

       


 

    Antes de que entraran los senenys de la división de P´Ra y comenzaran a explicar lo sucedido, las tropas se hallaban ya en zafarrancho de combate.

        Ramsés había dispuesto varias unidades de carros y compañía de infantería que permanecieran de guardia, listas para la acción, en el interior del recinto

        Los hititas se lanzaron contra el interior del campamento de Ramsés, defendido únicamente por la guardia real y la división de Amón. Inmediatamente se alinearon en defensa del faraón, quien se arriesgaba a morir, o peor aún, a ser capturado.

        Comenzaron a detener a los atacantes las diversas líneas de defensa que habían sido establecidas por el faraón, perdiendo los carros de combate su inercia inicial.

        Sin espacio interior en el campamento, los carros hititas no podían reorganizarse, no pudiendo entrar todos, como era su intención, en la zona interior del campamento. Comenzando    una batalla cuerpo a cuerpo.

 

  


 

     Numerosos hititas fueron  derribados de sus carros, siendo rápidamente muertos por la infantería, escogida de la guardia y colocada para proteger el campamento. 

        Contraatacaba con sus espadas khopesh, en forma de guadaña.

        La guardia personal del Faraón, los sherden, rodearon la tienda del soberano, dispuestos a defenderlo con su vida. Ramsés  por su parte, se colocó su armadura cogiendo todos sus útiles de batalla, organizando la defensa con los sherden, ya que disponían de carros y de infantería.

        La guardia del rey puso a los hijos de Ramsés a buen recaudo, en la zona que no había sido atacada.

        El faraón de colocó la “khepresh”, corona azul y gritándole ordenes a su “kedjen”, conductor personal, llamado Menna, montó en su carro de batalla empuñando su arco y sus flechas, poniéndose a la cabeza de los carros sobrevivientes.

 


     Dirigiéndose a donde los carros hititas estaban atascados. La atención de los invasores estaba centrada en entrar en el campamento, ya que Muwatali les había quitado su paga, prometiéndoles solamente la parte del botín que pudiesen capturar. Todas sus intenciones estaban orientadas al enorme y pesado trono de oro del faraón.

        Su ambición  los perdió. El superior alcance de los arcos egipcios provocó una gran masacre sobre las tripulaciones hititas. Tan amontonados estaban, que los disciplinados arqueros egipcios no tenían ni que apuntar para hacer blanco en un hombre o caballo.

        Lentamente los hititas intentaron huir, pero sus caballos estaban fatigados y sus carros eran mas lentos y mas pesados.

        En un breve periodo de tiempo el campamento estaba cubierto de cadáveres.

        La infantería egipcia se dedicó a recorrer el campo de batalla, rematando a los heridos y amputándoles la mano derecha. Estas eran entregadas a los escribas, quienes contándolas meticulosamente, hacían estadísticas de las bajas enemigas.

 


        Según  cuentan las crónicas egipcias, “su majestad, el faraón, espoleó sus  caballos y se lanzó contra las huestes hititas, alzando Ramsés una plegaria al dios Amón y...fue el propio Amón quien obtuvo la victoria, al otorgar al soberano cualidades sobrehumanas durante el ataque”.

        De acuerdo con la visión moderna sobre la batalla y aunque las tropas hititas fuero reorganizadas por Muwatalli, incluyendo a la nobleza en el ataque, aunque nunca entraba al mismo, volvió otra vez a atacar al campamento del faraón, ya que sus tropas estaba tropas muy mermadas. Aun a sabiendas que podían hacer su entrada en la batalla las divisiones que estaban de camino.

 


  Hecho que pasó, rechazando el ataque de los carros hititas que volvieron a cruzar el rio refugiándose detrás de la infantería que estaba intacta.

 


 

     Por ese día los dos contendientes habían tenido suficiente.

     Al día siguiente, de nuevo en el campo de batalla, con sus respectivos ejércitos desplegados y a la vista sobre el terreno, Muwatalli y Ramsés se dieron cuenta que el momento de obtener una victoria absoluta había desaparecido. Como sus antecesores, que  por  ambas partes habían consensuado  diferentes acuerdos, llegaron al primer tratado de paz de la historia.

        Al parecer, el episodio de Qadesh, abrió un  periodo de relaciones diplomáticas, desembocando en una propuesta de paz bajo la forma de tratado bilateral. El texto fue escrito en acadio, lengua oficial de la correspondencia diplomática internacional.

        Este tratado es el primer acuerdo internacional, en términos de paridad y reciprocidad entre dos grandes potencias, que se ha conservado y que sienta las  bases del derecho internacional.

        Siendo un triunfo para ambos gobernantes, ya que se reconocían ambos como “grandes reyes”.

        Como indica el egiptólogo alemán Jan Assmann, el resultado de la batalla no fue un éxito militar dudoso, sino la paz.

        En cuanto a Qadesh, se mantuvo bajo la autoridad hitita hasta su destrucción, atribuida a los “Pueblos del Mar”

 

 


 Flora A. Reguera Atienza